Este domingo 10 de agosto de 2025, el presidente Nicolás Maduro respondió con un marcado desafío tras el anuncio de Estados Unidos de duplicar a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura. En un acto transmitido desde el Palacio de Miraflores, el mandatario lanzó un mensaje contundente: “Vengan por mí, cobardes”.
La decisión estadounidense fue respaldada por la fiscal general Pam Bondi y el secretario de Estado Marco Rubio, quienes acusaron a Maduro de liderar el Cartel de los Soles y de colaborar con organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa para traficar cocaína hacia territorio estadounidense. Según las autoridades, la DEA ha incautado decenas de toneladas de droga vinculada al gobierno venezolano, mientras que el Departamento de Justicia ha confiscado más de 700 millones de dólares en activos, incluyendo aviones y vehículos de lujo.
El Gobierno de Venezuela, a través del canciller Yván Gil, calificó el anuncio como “patético” y una “cortina de humo” orquestada por Washington para desacreditar al país. También lo describió como un “circo mediático” y una “desesperada distracción de sus propias miserias”.
Diversos analistas internacionales consideran que esta medida representa una escalada significativa en la estrategia de Estados Unidos para aislar y presionar al régimen de Maduro, señalado de perpetuar la crisis económica, política y migratoria que atraviesa Venezuela.
